9.11.10

(veinticuatro)

Una puerta.
Prender y apagar las luces.
Escuchar el sonido del interruptor.
Tirar la cadena.
Caminar. Cerrar la puerta.
Abrir canillas. Cerrarlas.
Servir un vaso de agua. Tomarlo. O no.
Pasos.
Ascensores.
Personas.
Sonrisas.
Saludos.
Más picaportes.
Más puertas.
Llaves que giran.
Interruptores.
Luces.
Teléfonos.
Personas.
Personas.
Personas.
Trajes negros. Camisas blancas.
Tacos. Pasos.
El Vacío.
Un cielo azul.
Un día.
Mil sonidos.
Entonces, al fin, la noche.
Y en silencio, agradecer
una vez más habían pasado por alto que su corazón ya nunca latía.

1 suspiros:

Ceci Fernandez dijo...

Concat?enación de cosas, hechos, momentos.Eso es el día a día.
Hay veces que la vorágine misma hace que dejemos de lado ciertos detalles.
Como este corazón que pareciera dejaba de latir.
Hay que detenerse en las sutilezas a veces, no